
Paradigmas

Históricamente, los paradigmas educativos han reflejado las concepciones dominantes sobre el propósito de la educación. En las épocas más tradicionales, la transmisión de conocimientos era central, con un énfasis marcado en la autoridad del educador y la memorización de información. Este enfoque jerárquico se manifestaba en aulas estructuradas, donde el maestro ocupaba un rol predominante, y los estudiantes eran receptores pasivos de información.
Con el paso del tiempo, hemos sido testigos de un cambio hacia paradigmas más orientados al estudiante, donde se fomenta la participación activa, el pensamiento crítico y la aplicación práctica del conocimiento. Estos enfoques buscan no solo transmitir información, sino también cultivar habilidades y competencias esenciales para la vida en un mundo dinámico y cambiante.
La globalización también ha dejado su huella en la forma en que concebimos la educación. Los paradigmas actuales buscan desarrollar una perspectiva más amplia y culturalmente consciente, reconociendo la interconexión global y fomentando la comprensión intercultural. La diversidad se ha convertido en un pilar clave, y los educadores se esfuerzan por crear entornos inclusivos que celebren las diferencias y promuevan la equidad.